domingo, 18 de mayo de 2014

Práctica 2

No solo duelen los golpes.


Cuando comencé a ver el vídeo propuesto para realizar el comentario, lo primero que pensé fue: "puf, qué largo es..." Para mi alegre sorpresa de que ahora ya no sé si el tiempo que vi fue el real, o fueron simples imaginaciones mías, pues las dos horas y poco que dura el vídeo se me pasaron volando.

Puede resultar extraño que se haga un monólogo de un tema tan delicado como es la violencia de género, pero tal vez, de esta manera entendamos todos cómo debemos actuar y cómo actúa la gente que maltrata, tanto física como psíquicamente a las personas. 

Es una maravilla el poder que tiene de hacerte partícipe de su historia, el cómo lo cuenta, cómo actúa y sobretodo como consigue que la piel se nos erice cuando quizás estamos riendo por cómo ha contado ese momento de maltrato.


Por desgracia actualmente el tema de la violencia a mujeres no es un tema novedoso. La violencia de género es cada vez más frecuente ‍y normal, incluso como hemos visto en el vídeo, en adolescentes ¿qué es lo que falla en nuestro sistema educativo? 
La violencia a las mujeres no es algo que pertenece a la vida privada, si no que un problema social y público y además está vinculado al gran desequilibrio que existe en las relaciones de poder entre los sexos en todos los ámbitos: laboral, político, social, familiar, económico... Por tanto uno de nuestros principales objetivos debe ser el de continuar luchando contra las estructuras autoritarias, machistas y desiguales donde la violencia está fuertemente fijada y que aún sigue existiendo en nuestra sociedad. 

Cuesta creer que en un mundo en el que se han conseguido tecnologías increíbles, viajes espaciales, explicaciones para lo desconocido y un largo etcétera, aún sigamos sin cumplir algo tan básico como el respeto mutuo, y un buen ejemplo de esto es la violencia de género. Son muchos años en los que la mujer trabaja las mismas horas que un hombre y cobra menos, se cometen injusticias y quizás con talleres como el de "No solo duelen los golpes" se reclamen unos derechos.

Normalmente cuando hablamos de violencia de género tendemos a pensar de manera instintiva en mujeres adultas de 40 o 50 años, sin carrera y amas de casa, es decir, mujeres que no han tenido oportunidad de descubrir el mundo que les espera tras la puerta de su casa. Sin embargo, recientes estudios expresan el notable crecimiento de la violencia de género en adolescentes escolarizados. Lo más alarmante de todo, es que ellos no lo ven como un comportamiento violento y de sumisión de la mujer, si no como una forma de relacionarse, una manera muy válida de mantener una relación sentimental con una chica.

Creo que debemos recibir e impartir; como futura docente, una educación basada en la igualdad de género. Una educación que nos ayude a no hacer ningún tipo de diferenciación entre un hombre y una mujer en cualquier aspecto de la vida cotidiana. Una enseñanza adecuada en casa, por parte de la familia y en los centros educativos, empezando por Educación Infantil, colegios, institutos... es un modo de comenzar para que las nuevas generaciones eviten el maltrato.


Aunque no debemos centrarnos solo en la educación, hay demasiadas cosas en la calle que se deberían cambiar; por ejemplo cuando un coche circula de manera lenta o comete una infracción, la mayoría de la población piensa que se trata casi 100 por 100 de una mujer. Quizás no sea todo cuestión de hacer reformas en las aulas, sino también de intentar cambiar un poco los prejuicios de la sociedad. 

Y para concluir, quiero dejar un enlace de un vídeo que ha sido un experimento social y también nos puede hacer pensar. 

Una pareja discute en público y el hombre agrede a la mujer. La respuesta es inmediata, muchos se solidarizan con ella y algunos hasta le plantan cara al agresor. Todo cambia cuando la que levanta la mano es la mujer, que golpea y empuja al hombre. Risas e indiferencia es lo que se muestra en ese momento. Esta campaña británica denuncia que la violencia es violencia y hay que denunciarla, sea quién sea el agresor. Quizás anteriormente solo me he centrado en la violencia de género hacia mujeres, pero también hay violencia de género hacia hombres y, por supuesto está mal tanto hacia un sexo como hacia otro. ¿Reaccionamos igual ante la violencia hombre contra mujer que mujer contra hombre? 

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